miércoles, 28 de octubre de 2020

Lo INFANTIL de ser ADULTO

 



    Hace un rato pasaba por un centro comercial y vi un anuncio de “Sanando tu niño interior”, no estoy segura de a que se refiera o si tenga o no razón de ser; no puedo atreverme a juzgar algo que desconozco. Pero... y si en vez de sanar a nuestro niño interior, lo llevamos a pasear, es más, lo sacamos de la caja de cosas perdidas.  Hace poco en la fiesta de XV años de la hija de una gran amiga; me salí al jardín y encontré una de esas ruedas donde se sientan varias personas alrededor y dando vueltas sobre el eje central todos giran a la velocidad que los propios niños impulsan; obviamente no resistí la tentación y me subí con varios niños que me siguieron la corriente, después me subí a un columpio donde reí y reí tanto hasta desequilibrarme y caerme. Ese día entre raspones, risas y una que otra mirada de desaprobación de algunas madres de mi edad, descubrí que detrás de la critica esta el deseo de querer hacerlo sin ser juzgada, es más fuerte la presión social, el miedo al que dirán, que hacer lo que realmente a uno le hace feliz, por pequeños momentos que esto parezca. La niñez no debe estar en el interior, nunca debió de dejar de ser parte de nosotros, de nuestra realidad todos los días. El ser adulto implica obligaciones, responsabilidades pero donde dice que debemos de dejar de tener ese ímpetu, el reír sin pensar si el tono de nuestra risa es moralmente correcto, correr hasta donde te permita tu artritis, bailar como si tu corazón fuera la nota musical principal. Es como si con tu credencial del INE vinieran incluidos el mal humor, el desgano por vivir, y el creer que nuestra vida tiene el valor de lo que traigamos en nuestra cartera, la responsabilidad de tu vida no tiene porque estar peleada con disfrutar de ella. No se trata de no querer crecer como Peter Pan, se trata de no perder nuestra esencia como seres humanos y rescatar lo bueno que descubrimos en cada etapa.


    Estando en la playa, descubrí 2 mundos el de los niños corriendo, saltando, aventándose al mar, jugando entre cada ola, imaginando que un caracol que encuentran es un dragón enorme; y el mundo de los adultos platicando entre ellos, durmiendo, comiendo y quizás bebiendo; ausentes de la maravilla de ver la inmensidad del mar, o una puesta del sol donde por instantes se diluye el sol en el mar, ausentes del dragón disfrazado de caracol que pueden tener enfrente. 


    En una ocasión una amiga al ver que sus hijos llegaban alcoholizados me dijo “...y que puedo hacer, yo me acuerdo de cuando tenía su edad y yo hacia los mismo…" no por haberlo hecho tu,  tus hijos tienen el justificante de hacerlo; quizá porque tu lo hiciste, sabes a lo que se pueden enfrentar y decidas evitarles ese puente que sabes esta roto a la mitad. Quizá mi historia te parezca aburrida, a mis 42 años nunca he pisado una discoteca o lo que hoy sería en equivalente un antro. Mi propio límite de tomar alcohol, es una copa muy de vez en cuando y hasta el día de hoy no he tenido ninguna consecuencia fatal, no me he perdido de nada y por asombroso que parezca me divierto estando en mis 5 sentidos, la vida es una combinación de alegrías, decepciones, llanto, frustraciones, caídas y éxitos; pero sintiendo por cada poro de tu piel lo que cada emoción implica, hasta ahora no he tenido la necesidad de esconderme detrás de una botella para evadir y enfrentar mi realidad por mala que esta pueda ser o para convivir… o el pretexto que te digas para convencerte de que estas en lo correcto. No quiere decir que sea bueno o sea malo, quiere decir ¿que significa en tu vida? y el concepto o el vacío emocional que esta llenando el alcohol o cualquier adicción que puedas tener. 


Lo malo es malo, no porque otra persona se entere de qué lo hiciste...

lo malo es malo, porque decides hacerlo aunque nadie se entere.


    Quizá en ese deseo que tenemos por ganar una carrera, de volar independientes… el secreto sea mantener el ímpetu del niño que decidiste dejar de ser, la constancia de hacer que las cosas ocurran no importa cuántos raspones de rodillas nos cuesten.

El secreto más allá de recuperar nuestro “niño interior”, es recuperarnos a nosotros mismos cuando no teníamos los grilletes de la presión social, estereotipos… de lo “que debemos ser” y cambiarlos por lo “que queremos ser y decidimos ser”. Es regresar a nuestras raíces, nuestra familia ya sea la biológica o la familia que nosotros hemos decidido tener, la familia por elección, donde decides lo que quieres en tu vida o por lo menos lo que no quieres; si tú no lo haces alguien va a venir y decidirá por ti, en tu vida. 


    Se trata de llenar tu vida de  V I D A. No se trata de vivir echando porras todo el día o ver la vida en rosa, verde o azul. La vida no esta para servirnos a nosotros, nosotros estamos para servir en la vida. En nuestra acta de nacimiento nunca dice que será fácil, pero tampoco lo contrario. Tu valor como persona no lo define un número en tu cartera, en la báscula o en la boleta de calificaciones; tu valor como persona lo defines tú y solo tú, el tono de azul, de amarillo o el color de príncipe o rey que quieres ser. La princesa o reina con armadura y pantalón o vestido largo que decides ser; no hay reglas, no hay ningún instructivo. 


— No, no hay mas tiempo que vida… 

¡¡ tú vida es el único tiempo que tienes y vivirla o no, es tu decisión!! — 

miércoles, 14 de octubre de 2020

RECORDE.... que tengo qué OLVIDAR

 


19 de septiembre de 1985 / 7:00 a.m., mi madre y yo estábamos en sala de espera, en el IMSS, pues yo tenía cita para que me sacaran un par de dientes; me aterraba el dentista, el sudor por el miedo, comenzaba a dar señales; de pronto como si alguien allá arriba, escuchara mis plegarias para salvarme del dentista… la tierra comenzó a moverse, crujieron las paredes y el techo comenzó a desmoronarse, mi mamá me agarro de la mano y corrimos como pudimos y hacia donde pudimos. En la inconsciencia de una niña de 8 años lo que para mí, en su momento fue una salvación del dentista; comprendí amargamente la muerte, tristeza y desgracia que fue en realidad, con un toque de esperanza para los que sobrevivimos. Obviamente a mi madre no la detuvo el terremoto y a la siguiente semana me estaba llevando con un dentista particular, para terminar su cometido, este dentista al final de la consulta y en contradicción a la salud dental, me regalo una enorme paleta roja de caramelo como premio a mi valentía y enfrentar mi dolor. Recuerdo el decirle a mi mamá, querer tener un millón de bolsas con paletas rojas de caramelo, para cada persona que estaba en ese momento enfrentando el dolor de perder a su ser querido, a su familia completa, su casa y ser valientes.  Estoy convencida que todos tenemos un esqueleto en nuestro clóset, un tema delicado que no queremos que nadie nos toque, una historia jamas contada, un secreto que se va a ir con nosotros a nuestra tumba, un dolor tan profundo como la herida misma. Todas las mañanas nos preguntan ¿Cómo estas?? y en automático la respuesta es bien, y en ocasiones es más valiente aceptar que algo anda mal; 


aceptar de vez en cuando tu lado humano... 

tú lado perfectamente, imperfecto


No puede existir alegría sin conocer la tristeza y el dolor.  El desgarro que implica una lagrima, no llorada. Un grito silenciado por nuestro orgullo del “que dirán”… “pero la gente cree que soy muy fuerte y me conviene mantener esa imagen”. La paleta invisible que necesitas es a ti mismo, aceptando que hay cosas que no andan del todo bien, pero no significa que vas a desistir o quizá sí. El que debe sobrevivir a tus terremotos, a tus tragedias, a tus historias eres tú mismo, eres mucho más grande que tus heridas, mucho más grande que tu dolor. Me queda claro que decirlo es muy fácil y se escucha bien sencillo, llevarlo a cabo, levantarse a pesar de uno mismo, es lo complicado y difícil. El verte al espejo y escuchar de ti mismo tantas injurias, inseguridades y negatividad de tu propia persona, debatir y 

defenderte de ti mismo


exactamente ahí radica el mayor reto; porque a las primeras que debes de vencer son a tus neuronas, que te recuerdan todas las razones por las que no vas a salir adelante, pero 


 ¿sabes? las cosas más hermosas de la vida… no son cosas


Las cosas más hermosas de la vida, son tus recuerdos, tus historias, tu sueño cuando lo convertiste en una meta y hoy es una realidad. Es la valentía y fortaleza de cambiar el rumbo, de tomar riesgos, de detenerse a contemplar el paisaje, las formas en las nubes, el olor de un cafe acompañado del excitante sabor de la esperanza optimista y real.


Ayer escuche a alguien quejándose de su vida, de lo injusta y horrible que es… me lleva la fregada, me dijo; a lo que yo le pregunte


 ¿te lleva la fregada o caminas hacia ella?… 


Es más, me atrevo a decir que te encanta vivir ahí. 

Hay situaciones que no dependen de nosotros, ni tenemos el control del suceso, un terremoto, un cáncer, un accidente. Hay otras situaciones que nos encanta vivir, incluso las provocamos,  porque tenemos la atención de los demás, su compasión y nosotros tenemos el justificante perfecto para no movernos de ahí. Ser víctimas de nosotros mismos, encontrar al culpable que en ninguno de los casos seremos nosotros; no es lo conveniente, es lo más cómodo.


Permíteme recordarte que hay ciertos sentimientos que debemos olvidar y recordar el porque seguimos aquí, recuérdate a diario tu valor, como persona, como ser humano y no permitas que nadie ofrezca menos por ti, porque quizá es lo único que tiene, pero no quiere decir que es lo que vales, no te pongas a ti mismo en oferta o descuento. Eres maravilloso y único pero mientras tú no te lo creas, vas a creer lo que los demás crean de ti.


De todas formas todos los días tienes que pensar…. piensa a tu favor


Todos tenemos las mismas 24 horas de 60 minutos cada una, la diferencia es como actuar y los pensamientos que tienes en este tiempo…

Se la persona que te hace feliz, actúa y piensa en congruencia al amor que te tienes

jueves, 1 de octubre de 2020

Mis DEMONIOS ...más ANGELICALES



¿Cómo  fue tu primera vez?    …. y todos los días a las 6:00 am,  había que estar lista en la capilla para rezar el angelus;  una rutina que nunca acepte, más bien aprendi por un tiempo a obedecer y no cuestionar. Sin embargo jamás perdí mi esencia; así que una noche anterior,  tome prestado el  velo-cofia de una de las hermanas, y entonces después de casi seis meses estando en un convento de vida enclaustrada. Decidí salir bailando y cantando, “Eternamente Bella" de Alejandra Guzmán, obviamente con el velo puesto y en medio del patio, justo cuando todas las hermanas del convento entraban a la capilla a orar el angelus.  Y ese incidente, (fue el último de varias travesuras que hice durante mi estancia en ese convento), hizó que la madre superiora me mandara llamar y muy seria, decepcionada de mi comportamiento, me dijo que la vida religiosa dentro de un convento, no era mi vocación y por lo tanto le había llamado a mi mamá para que fuera a recogerme. Tres de mis cuatro hermanos, estuvieron estudiando muchos años en el seminario, así que toda mi infancia crecí con ese ejemplo de ellos y orgullo de mis padres por tener hijos seminaristas; sin embargo algo sucedío y en el mismo año,  con solo unos días de diferencia, los 3 hermanos regresaron a la casa abandonando la vida del seminario, para enfrentarse cada uno, a una nueva vida. Pero eso no me hizo cambiar de opinión, yo estaba totalmente convencida de que quería ser Monja; así que a los 14 años tuve oportunidad de que me aceptaran en un convento, y después de casi seis meses; en lo único que estuvimos de acuerdo la madre superiora y yo, es que tenía que buscar otra vocación. Son de las decisiones y riesgos que debes de tomar…  te vas a lamentar más de no haberlas hecho, que de haberlas hecho. Esos enfrentamientos que debes de tener contigo mismo, para saber de qué estas hecho y hasta donde quieres llegar y hasta donde definitivamente no.


Unos años después conocí a un gran hombre, de verdad me cautivo su personalidad, trato, forma de pensar y por si fuera poco era un hombre muy guapo y varonil, no se parecía a ningún estereotipo de hombre que yo tuviera en mente…. obvio me enamore profundamente; a pesar de que sus anécdotas de preparatoria coincidieran con el año en que yo había nacido, a pesar de ser divorciado y con un hijo, en aquel entonces de 11 años… a pesar de la lista de los “NO”, mi cerebro se la pasaba en guerra y discusiones con mi corazón… así que finalice todas estas emociones, comenzando una familia con este gran hombre. La madre superiora tenía razón, era otra mi vocación.


Aquella experiencia en ese convento fue mi primera vez, de estar encerrada en un lugar casi seis meses, sin ninguna comunicación o noticia del exterior, con las mismas personas, la misma rutina, la preocupación y ocupación de orar por el mundo. Veintitantos años después vuelvo a estar encerrada pero en condiciones totalmente diferentes, las personas que amo están todos los días a mi lado, inventamos actividades todos los días y que creen?? …. nos seguimos cayendo bien. Vivir una nueva vida con, nuevas preocupaciones, nuevas reglas en la casa, nuevos proyectos, nuevas misiones, nuevas rutinas, la preocupación y ocupación de sanar nuestro mundo. Asumir que la responsabilidad de tu salud, no es de nadie más, que de ti mismo; hacer lo posible y crear lo imposible para seguir de pie, aprender que la felicidad no depende de factores externos, depende de nuestra situación interna... y que tal si nos reinventamos??,  si aprendemos de nuestra nueva realidad y le agregamos una dosis de locura, la locura de estar a solas conmigo mismo, la locura de vivir y producir detrás de la puerta de nuestra casa, la locura de reunirnos y comunicarnos a través de la computadora, la locura de disfrutar la vida solo con nuestros seres queridos en la casa y encontrar la felicidad en ella. La locura de respirar la vida, porque es un privilegio que muchos ya no lo tienen.


              LA VIDA SE VIVE CON EL CORAJE EN UNA MANO Y EN LA OTRA LA LOCURA DE ARRIESGARSE.


Nuestros demonios más intensos van a salir del closet, van a salir a pasear y se van a adueñar de nuestro día y ¿sabes qué?, hay que llevarse bien con ellos, aceptarlos y hasta ponerles casa. Porque no somos buenos o malos, somos un coctel de buenos y malos pensamientos, buenas y malas decisiones, dolorosas caídas y vuelos de ensueño. Lo mejor de la vida se encuentra justo en medio de esa cuerda que jala de un lado nuestro demonio más intenso y del otro lado nuestro angel más bondadoso. Tú decides si tu miedo, ansiedad, histeria son tu demonio que te hará caer o tu angel que te hará volar. Al final del día un demonio es un angel con rumbo diferente, quizá ese mal humor, esa histeria, son la emoción que te mantiene alerta de lo que realmente te hace daño.


NUESTRA MISIÓN : SALIR DE PIE, FUERTES Y RENACER


Haz que cada momento valga la pena, valga el coraje, valga la locura de dejarlo todo y empezar de nuevo; pero esta vez en algo que me llene a mí, con piezas del rompecabezas propias, no de los demás. La reconstrucción de uno mismo debe de ser con piezas que te pertenezcan a ti, así nadie te podrá romper. Renacer como humanidad, como país, como familia pero principalmente renacer uno mismo. Se trata de descubrir lo sencillo que es tener amor propio, no darle a nadie ni a nada el poder de definir quién eres. La persona que va a apostar el todo por el todo por ti, eres tú mismo… solamente tú. Nadie va a respirar el aire que te pertenece, nadie puede prestarte sus venas para una quimioterapia… solo tú, así que asume la propiedad de tu ser, de tus heridas, de tus demonios y de tus ángeles… de cada una de las piezas de tu rompecabezas y jamás permitas que nadie te destruya.


NOS VEMOS DEL OTRO LADO DEL VIRUS…  ALLÁ EXACTAMENTE ARRIBA DE LA CORONA DE NUESTRA FORTALEZA

Sanando la enfermedad de Vivir

Esa madrugada me despertó una sensación extraña, un hormigueo en mis labios, ojos y cuello, falta de aire, comezón en el paladar y ansieda...