domingo, 17 de abril de 2022

Sanando la enfermedad de Vivir



Esa madrugada me despertó una sensación extraña, un hormigueo en mis labios, ojos y cuello, falta de aire, comezón en el paladar y ansiedad emocional que no podía explicar. Cuando me vi en el espejo, no me reconocí, era una inflamación tan grande en mis labios, ojos y cuello, la versión monstruosa de mi cuerpo. No entendía lo que pasaba y poco a poco, sentía como el aire no entraba en mi cuerpo. Cuando llegamos al médico, nos explico que era una shock anafiláctico lo que estaba experimentando, debían internarme con urgencia, mi vida corría peligro; pero había un inconveniente, estaba lactando a mi bebita de 8 meses, yo era su única fuente de alimento, no tenía corazón para dejar de alimentarla tan bruscamente, pero era mi vida la que estaba en riesgo.. 

supongo les sirvo más a mis hijas con vida, que dejarme morir en este momento, fue lo que pensé. 

    Comenzó así un camino de casi 15 años entre alergólogos, vacunas de todo tipo, estudios muy costosos, medicamentos, infecciones, llevar un diario y cuidado en cada cosa que comía, tocaba y lo que pudiera estar en el ambiente; se desarrollo aún más mi asma que desde niña tenía; equilibrar a mi cuerpo, se convirtió en todo un reto.  Varios sustos de urgencia al hospital, la inyección en mi bolso de epinefrina, que mi esposo aprendió a ponerme. La carita de susto de mis hijas al verme inflamada y corriendo durante varios años al hospital. Las alergias es algo inesperado, no te avisa, al tener contacto con el alérgeno, es cuestión de minutos en ocasiones, de la reacción potencialmente mortal. 

    Hasta que mi cuerpo se adapto a tanta vacuna y aprendió a ser tolerante a cierto grado, para tener una vida relativamente mas tranquila. 


¡¡BUSCAME!! le grite al espejo,

aqui estoy, mira bien


En ocasiones queremos una vida tan perfecta, sin crisis, sin dolor… qué, no nos damos cuenta del resultado monstruoso que esto implica. Nos han hecho pensar que, sin esa perfección no podemos funcionar, si entendiéramos que cuando nacemos, nos incorporamos a una vida que ya esta rota, ya esta agrietada, el sufrimiento, el dolor es indispensable en esta vida. Esa resistencia absurda a romper nuestra vida, una constante lucha entre el bien y el mal, una constante pregunta de ¿porque a mí? ¿porque enferme?, ¿porque me quede sin trabajo?, ¿porque mi matrimonio término?, ¿porque hay tanto tráfico?…. porque tengo tanta alergia a la vida misma. Fue entonces cuando comencé a buscarme, debajo de tanta hinchazón, comencé a gritarle por todo el pueblo a esa niña que de pequeña soñó con tanto y la vida la rebaso. Necesitaba tirar todas las piezas y volver a armar mi “jenga”


Si pudiera entrar en tu alma y explicarte que no vamos a morir algún día. 

Mas bien, todos los días estamos muriendo, un día a la vez. 


    Que algo se rompa, que algo te cause alergia emocional, un familiar, un amigo que traiciono tu confianza. Una decisión de que, el trabajo en el que estas, no es lo que quieres hacer toda tu vida. 


Que algo cambie y tú decidas desde tus raíces hacer crecer tus alas y volar

Eso amigo mío, es la diferencia.


¡¡BUSCATE!! 

y lo que es mejor, encuéntrate, a ese que eres hoy, con nuevas metas, con nuevas cicatrices, pero con la misma esencia.


    Aprende a dejar ir, a transformarte, a reparar lo que se puede y a demoler lo que no; y en ocasiones a disfrutar el paisaje, solo ver cómo la vida pasa y entra por tu cuerpo, transformándonos todos los días, evolucionando, caminando, pisando donde pisa el sol, donde hay mas luz, donde la sombra solo se ve, si miras hacia atrás.


    Si no nos rompemos, si no permites ver tu reflejo monstruoso en tu vida, ¿cómo puedes renegociar tus acuerdos?, cómo puedes encontrarte y reencontrarte las veces que sean necesarias.  Si no te permites hincharte tanto de frustración, no serás capaz de sacar tu fuerza, tu valentía que ni siquiera sabes que la tenias. Si no te permites liberarte de pensamientos, de actos, de estereotipos ¿como lo vas a lograr?. 

    Esa libertad no la vas a encontrar en el gimnasio, en una persona en algún escenario, en tu relación, en tu trabajo. Esa libertad se encuentra al otro lado de tu jaula mental, y lo más seguro es que ni candado tenga. 

    Vuelve a ti, encuéntrate y reconcíliate con quien eres hoy y si necesitas luz para inspirarte, pisa donde pisa el sol, hasta que brilles por ti mismo. Hasta que la enfermedad de "tiene que ser todo perfecto" sane y solo entonces la magia de Vivir hará sus trucos.

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